En el mundo colmado de tecnología comunicacional en que habitamos actualmente, uno de los términos cada vez más comunes para todos, es precisamente el de streaming. Sin embargo, muchas son las personas que desconocen sus implicaciones, incluso aún valiéndose del mismo para apreciar algún tipo de archivo por esta vía, como por ejemplo, películas.
Pues bien, el streaming, que en castellano puede ser entendido como “transmisión en vivo”, se trata de un sistema mediante el cual se transmiten elementos propios de multimedia, a través de una red de computadoras. Esto implica que sus usuarios, a la par de apreciar el contenido correspondiente, también están descargándole, en simultáneo.

Tipos de plataformas de streaming
Gracias a los avances tecnológicos alcanzados, y la constante búsqueda de medios alternativos para la difusión de contenidos audiovisuales a gran escala, tenemos que el servicio de streaming ha logrado dar cabida a la transmisión, mediante descarga continua, de productos propios de televisión, radio, musicales y video-gráficos, vía Internet.
No obstante, el área donde más se ha destacado el mismo, es la transmisión de videos. Es por ello que resultan tan populares algunas plataformas especializadas en la materia, tales como Netflix, Disney+ y HBO Max, entre otras, que ponen a disposición de sus usuarios gran cantidad de elementos audiovisuales.

Detalles de funcionamiento
En el sistema de streaming, su forma de funcionamiento, como se dijo, consiste en un medio de descarga, en simultáneo, al disfrute de ciertos contenidos audiovisuales. Acá son transmitidos paquetes de datos denominados secuenciales pero, a diferencia de otros tipos de archivos, estos no quedan almacenados en los dispositivos de descarga, sino que se borran automáticamente, luego de su reproducción.
Elementos requeridos para disfrutar de un buen servicio de streaming
Actualmente, este tipo de servicios se halla a disposición de todos los interesados. Para ello solo debe contarse con algunas condiciones básicas de interés, tales como:
- Una fluida y rápida conexión a Internet, que permita las descargas correspondientes.
- Suscripción a una empresa de servicio de streaming o, en su defecto, una aplicación adecuada para ello.
- Un dispositivo electrónico que sea compatible con el servicio en cuestión.
Así que, contando con todos estos elementos, bien podrás disfrutar de este tipo de servicios en la comodidad de tu hogar y, más importante aún, en compañía de tus seres queridos.