Para muchos de nosotros, el ritmo diario de vida que llevamos actualmente es tan acelerado, que apenas nos alcanza el tiempo para detenernos a descansar. Esto puede traernos dificultades a la hora de intentar dormir bien durante la noche.
Pero, ¿sabías que una buena calidad de sueño resulta importante para el cuerpo humano, como el ejercicio y una alimentación adecuada? Pues sí, dormir bien le permite a nuestro organismo renovarse, revitalizarse y reponerse. Por otro lado, ayuda a que el sistema inmunitario desempeñe sus funciones de forma correcta y nos mantiene mentalmente alertas, además de que mejora nuestro estado de ánimo, rendimiento cerebral y salud en general.

La mayoría de los adultos, requiere al menos 7 horas de sueño cada noche para mantenerse saludables. Es por ello, que la falta de sueño puede aumentar el riesgo, a largo plazo, de tener serios problemas de salud como depresión, ansiedad, irritabilidad, falta de concentración y de memoria, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, obesidad, entre otros.
Dormir bien abarca tres pilares significativos. En primer lugar, tenemos la cantidad de horas que se duerme; en segundo lugar la calidad de sueño, es decir, que sea reparador e ininterrumpido. Por último y no menos importante, un horario de sueño regular. En este contexto, hemos traído para ti los siguientes consejos, para que logres mejorar tus hábitos de sueño, y por ende, tu salud.
Consejos para mejorar los hábitos de sueño:
- Irse a la cama y levantarse a la misma hora todos los días, ayudará a crear un hábito de sueño. Se debe dormir de 7 a 8 horas al día.
- Hacer del dormitorio un espacio agradable, libre de ruidos y luces.
- Practicar de manera rutinaria algunas actividades relajantes antes de acostarse.
- No irse a dormir ni con hambre ni recién cenado(a), y evitar tomar mucho líquido luego de cenar.
- Evitar la iluminación artificial de los dispositivos celulares y pantallas, alrededor de al menos una hora antes de acostarse.
- Dormir en una cama y almohada cómodas.
- Evitar bebidas estimulantes como la cafeína y el alcohol, por la tarde antes de ir a dormir.
- No fumar cerca de la hora de dormir, pues la nicotina es un estimulante.
- Reducir las siestas largas. De ser posible evitarlas, si tienes problemas para conciliar el sueño por la noche.
- Hacer ejercicio. Estar activo durante el día puede ayudarte a dormir más fácilmente por la noche.
- Mantener un peso saludable, pues la obesidad es el principal factor de riesgo de apnea del sueño.
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